De Bárcenas a Bárcenas

LOS PARTIDOS son organizaciones sociales en torno a unas ideas que tratan de alcanzar el poder para aplicarlas en la vida pública. Eso, al principio. Pero la naturaleza del ser humano, que tiende al abuso de poder -y del poder-, pervierte esa defensa de ideas y la convierte en usufructo de privilegios y bienes. Y eso pasa en todos los partidos porque todos los componen seres humanos, aunque tras ver a la verborrágica Sánchez Camacho pelearse con Inda para atacar las revelaciones de EL MUNDO, no cabe descartar la presencia alienígena o la subsistencia del factor neandertal. Alicia está en la luna o en la inopia, pero su guión no es de Julio Verne sino de Jorge Fernández Díaz, y se nota. Al verla en plan maruja torrencial, incapaz de concluir una frase y de permitir otra, me recordó la imagen de Meliès sobre la fantasía de Cyrano de Bergerac y Julio Verne: la Luna tuerta, con un cohete clavado en un ojo. Pues eso pasa con los partidos: nacen mirando al futuro, pero el presente y la realidad, prensa mediante, los apolifema. Vamos, que los deja tuertos. Lo malo es que no aprendan de la Odisea y terminen ciegos.

El PP de Aznar nace en 1990 en torno a las ideas de España y libertad, que no sólo defiende un partido político lejos del poder sino un grupo de intelectuales y periodistas de ideología liberal que le proporcionan los elementos ideológicos y morales para luchar contra el socialismo y la corrupción. Sí: fue -fuimos- una minoría activa de escritores y periodistas los que legitimaron la llegada al poder de una derecha liberal que se parecía poco a la de Fraga, Verstrynge y Gallardón, el primer secretario general fraguista abarcenado. Y los 22 millones en Suiza nos devuelven a la vieja AP de Sanchis y… Bárcenas. Luis Herrero y Carlos Dávila cuentan en De Fraga a Fraga cómo se financió aquella derecha tan cómoda para la izquierda. Temo que, Naseiro y Lapuerta mediante, el PP de Rajoy ha pasado de Sanchis y Bárcenas a Bárcenas y Sanchis. La superioridad moral de aquel PP liberal de los 90 está desapareciendo porque este PP se parece horrores al PSOE: Justicia en manos de los partidos, políticos impunes, prensa callada o perseguida y, si fallan las togas, indultos. Esta derecha cangrejil viene de Cádiz pero va camino de Matesa.

>Vea el videoblog de Carlos Cuesta.Hoy: Los pagos del PSOE también pueden ser ilegales